Pues sí, ayer al final cumplimos con ir a Ávila para ver a DSR. Quedamos prontito, nos tomamos unos cafés y partimos rumbo a Ávila los cuatro frikis que teníamos libre para poder acudir a tan ansiada cita. Sabemos que en Valladolid dejamos a muchos que les hubiera encantado acudir, pero les fue imposible. Ellos estaban en nuestras mentes.
Después de pelearnos con el GPS y atravesar una tromba de agua llegamos a las imponentes murallas abulenses. Comenzamos a buscar la plaza de toros, nos la pasamos de largo, pero la encontramos (la plaza de toros mas rara que he visto nunca) aunque estuviera camuflada tras la apariencia de un edificio totalmente moderno.
Tan pronto llegamos que vimos los ensayos, la puesta de vallas (que los de seguridad no se aclaraban donde iban) y la apertura de puertas.
Primera fila, por supuesto, colocación de camiseta firmada en la valla y red bull para aguantar una hora y media de espera.
El concierto... sin palabras, solo nos faltó "The Show Must Go On", pero todo llegará, tal vez el año que viene.

Ellos... encantadores, simpáticos, amables, geniales. En cuanto nos vieron se acordaron de nosotros y nos dieron las gracias por ir hasta Ávila para verles. Nos firmaron por enésima vez, ésta vez la entrada y prometimos acudir a todos los conciertos que pudiéramos en su próxima gira por España.
Un día genial ayer. Agradecer la atención de Jorge Prada, promotor de ésta gira. Y muchisimas gracias a Fran Calgaro, Ezequiel Tibaldo, Matías Albornoz y Pablo Padín, por ser tan buena gente y unos grandes músicos.